Un día de estos te vas a matar, artista. |
Se trata de una posición sencilla aunque no lo parezca. En primer lugar debéis agacharos hasta quedar en cuclillas, con ambas manos apoyadas en el suelo y los codos en contacto con la cara interna de las rodillas.
Desde ahí solo hay que inclinarse hacia delante hasta que los pies se separen del suelo. Esto puede resultar algo complicado al principio pero con un poco de práctica lo dominaréis rápidamente.
Una ves que estáis en posición hay que mantener el equilibrio, esto se consigue con las manos: si veis que os estáis inclinando demasiado hacia delante, clavad las puntas de los dedos en el suelo para contrarrestar el impulso. Si el problema es que vuestros pies quieren volver a tierra firme inclinaos suavemente hacia delante mientras relajáis la tensión de los dedos.
A modo de consejo final me gustaría recomendar a aquellos que tengan mascotas, que se aseguren de que no se pueden acercar mientras hacen este ejercicio. De lo contrario es probable que acabéis en la clásica pose de yoga conocida como "El Talegazo".
Cuando ya sepáis mantener la posición centraos en aguantar un minuto. Para aquellos a los que les resulte demasiado fácil dejo un vídeo con distintas variaciones de la rana:
Así que ya sabéis: ¡Si se trata de entrenar el no poder ir al gimnasio no es excusa!
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