jueves, 16 de noviembre de 2017

Strength Wars: de frikis del gym para frikis del gym

De chaval me dediqué a practicar karate durante años. Mis compañeros y yo pensábamos que era lo puto mejor, técnicas creadas en el japón feudal para defenderse de agresores armados, oh sí menudas pajas mentales nos hacíamos... Por supuesto, tanto en internet como en la vida real había los típicos "debates" de mi-estilo-es-mejor-que-el-tuyo y de solo-puedo-usarlo-en-situaciones-de-vida-o-muerte. Así estaban las cosas cuando de pronto las artes marciales mixtas hicieron su aparición y (nos) dieron a muchos una tremenda hostia de realidad.
Bueno, una lluvia de ellas la verdad.

El caso es que al soltar a muchos luchadores de diferentes estilos bajo las mismas reglas, que en los primeros tiempos de la UFC eran más bien pocas, quedó claro qué era práctico y qué no. Pero la gente, amigos míos, no cambia y si hay una cosa que guste a personas de lo más variopinto por igual es ir a internet a soltar mierda.

Quién se iba a imaginar que esto no era tan letal como me dijo mi maestro...

Pues en internet nos encontramos todas las variantes de discusión de tarados. La de las artes marciales sigue vigente por supuesto y otra muy extendida es la de comparar modalidades de entrenamiento a ver cuál la tiene más larga: culturismo, powerlifting, calistenia... ¿Y si hubiera una UFC del entrenamiento para enfrentar métodos y que los bocachanclas de internet aprendiesen algo para variar? Pues la hay.
Hágase la luz.

Strength Wars es un programa de YouTube en el que atletas de diferentes disciplinas compiten para medir sus habilidades. La estructura es sencilla: se enfrentan dos oponentes en un circuito en el que deben hacer una serie de repeticiones de varios ejercicios (normalmente tres distintos) siguiendo un orden determinado. El primero en completarlo gana.
El programa en sí está muy logrado: la intensidad de las pruebas es brutal, cada deportista lleva consigo un séquito de compañeros de fatigas que lo animan como sargentos de instrucción y la música de fondo es tralla pura. Por si fuera poco, el maestro de ceremonias que presenta esto parece un fulano venido del mismísimo Valhalla a repartir estopa.

Este es el angelito...

Al final el personal seguirá escribiendo idioteces en internet pero si os tocan mucho la moral siempre podéis retarlos a participar o incluso crear vuestro propio Strength Wars particular con los colegas. Y recordad: la patada de la grulla solo le funcionó a Daniel-San porque aquello era una puta película.








lunes, 6 de noviembre de 2017

Ejercicios para la excelencia: El paseo del granjero


En estos últimos años se repite dentro del mundo del fitness un término que seguramente hayáis oído: funcional. La filosofía subyacente a toda esta moda del ejercicio funcional se resume en que la mejora de tus capacidades físicas se notará en actividades de tu vida diaria, ya sea ayudando a un colega con la mudanza, cargando las bolsas de la compra o exterminando a un oso pardo con tus propias manos.

Para lograr la tan ansiada fuerza funcional los gurús del fitness recomiendan el uso de objetos aparatosos como sacos de arena, sogas, bloques... y la industria del ejercicio no se ha hecho de rogar: ¿Para qué llenar un saco con arena hasta el peso deseado cuando puedes comprar un saco de cuero con asas y el logo de alguna marca estampado en él? (Eso sí, no muy pesado, no vaya a ser que alguien se lesione). Todo esto se traduce en una gigantesca oferta de juguetes carísimos y de ejercicios estúpidos (alguno rayando en lo suicida) que nos venden con la etiqueta de funcional.

No tengo palabras para describir esto.


Todo este rollo nos lleva al tema de hoy; un ejercicio que implica varios grupos musculares, pondrá nuestro corazón al tope de pulsaciones y convertirá nuestras manos en garras de acero: el paseo del granjero.

Aquí tienes a una chica que hace más esfuerzo en una sesión del que hace el 90% de socios de un gimnasio en toda su vida.


El ejercicio es simple: colocamos dos objetos pesados (un par de mancuernas, por ejemplo) en el suelo, los levantamos como en un peso muerto y echamos a andar. Podemos hacerlo por distancia o bien por número de pasos, así de simple. A la hora de caminar debemos mantener la espalda recta y la vista al frente, también conviene evitar los cambios bruscos de trayectoria.

Mi elección personal para este ejercicio: un par de mancuernas ajustables; económicas y versátiles.

Un par de rondas con un peso decente bastan para darse cuenta del tremendo potencial de este ejercicio: caminar cargando peso hace trabajar a los músculos estabilizadores de la cadera, los abdominales deben mantenerse tensos para dar soporte al tronco mientras que la musculatura de la espalda y la de los antebrazos sujetan el peso. No es casualidad que este ejercicio sea muy popular en las competiciones de fuerza.

Jon Pall Sigmarsson demostrando quien es el jefe.

Como en muchos ejercicios, se puedes usar asas de seis o más centímetros de diámetro lo cual se traduce en más fuerza de agarre que a su vez os hará mejores en cualquier ejercicio en que intervengan las manos.

Y eso por no mencionar la impresionante imagen que ofrecen unos antebrazos desarrollados.

Así que ahí tenéis un ejercicio completo y simple para añadir a vuestros entrenamientos. Ahora de vosotros depende darle caña.